martes, 30 de agosto de 2011

Declaración a la Humanidad de los Koguis, Kankuamos, Wiwas, Arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia) Declaración al mundo



1. Para nosotros existe una sola ley -sagrada, inmutable, preexistente, primitiva y sobreviviente a todos y a todo-. Podría el mundo existir o dejar de existir, sin que esto alterara en lo más mínimo la esencia de dicha ley, la cual constituye el pensamiento universal de lo no manifiesto, único origen de la vida. Esta ley de origen halla expresión en el universo. Se da entonces una hermosa asociación entre ley y pensamiento, que, a compás con el entorno, se transforma en ley natural. Esta ley natural da origen a la creación de la materia y a su evolución, equilibrio, preservación y armonía. Ellos constituyen los objetivos fundamentales del mamo, su razón de ser. El hecho es, no obstante, que el hermanito menor viola el orden inmutable de esta ley y lleva a la Madre Tierra (Séineken) y a todos los seres vertiginosos al despeñadero.

Esta es la razón por la cual exigimos imperativamente a la humanidad un cambio en su comportamiento general, en su conducta hacia nosotros y en el trato que le da a la Madre Tierra, nuestra madre real -madre de todas las madres e hija de la gran madre sabiduría-. Todos estamos en deuda con ella. ¿Quién paga a la madre el aire que respiramos, el agua que fluye, la luz del sol? La madre universal reclama del hermano menor estos pagos. Solamente a través de los Mamos y mediante los pagamentos se hace posible la cancelación de estas deudas.


2. Dichas leyes están expresadas como atributos sagrados en un orden circular -la línea negra -triangular-forma del macizo montañoso- visible e invisible. Son conocidos como lugares de pagamentos y están ubicados en trescientos setenta mil puntos de la vida de la Sierra Nevada. Estas leyes se fundamentan en el respeto, interior (Sierra Nevada y sus cuatro etnias) y exterior (bunachis y resto del planeta). Al llevarse a cabo los pagamentos, se genera una serie de factores positivos, tales como lluvias buenas, buenos veranos, sol y aires buenos.


3. Esta armonía se manifiesta en la vida de trescientas setenta mil especies de biodiversidad (fauna y flora). De la supervivencia de cada una de las especies, se sostiene y se garantiza la vida del hombre y la de su en torno.


4. Nosotros tenemos por la ley el cuidado de esa vida, desde lo que llamamos Línea Negra, la cual está escrita en la ley del universo, y constituye a la vez un elemento sagrado y una herramienta que necesitamos que nos sean devueltos para cumplir nuestra misión sagrada.


5. Reclamamos nuestro territorio y nuestra línea divisoria como expresión y herencia legítima de nuestros ancestros, de ello dependen nuestra salud física y nuestro bienestar mental y espiritual, así como el equilibrio total de nuestro planeta y de la humanidad entera.


6. La Sierra Nevada es el corazón del mundo, fuente vital y primaria de toda energía, origen de la vida y del equilibrio espiritual de Séineken (la madre tierra). Para nosotros todo lo que existe tiene un espíritu que es sagrado y que debe ser respetado. Por eso, todo es sagrado y nuestro hermano: el aire, el fuego, los árboles, los insectos, las piedras, los cerros… vivimos en continuo diálogo con ellos a través de nuestros poderes, de nuestros conocimientos y de nuestra actividad espiritual


7. La Sierra Nevada es casa sagrada, hogar sagrado y lugar de paz. Todo lo que vaya en contra del establecido orden de cosas, profana nuestra existencia, nuestras costumbres y nuestra profunda identidad con el mandato de nuestra ley de origen. Nosotros somos parte de la Madre Tierra y ella parte de nosotros: todo lo que ocurre a ella nos ocurre a nosotros, y lo que le ocurre a nosotros, le ocurre a ella.


8. Todo daño que se le ocasione a la Sierra Nevada, a sus lugares, a sus puntos de pagamento, a sus tradiciones, a sus orígenes, a sus Mamos, a sus cuatro etnias, inevitablemente tendrá repercusiones negativas en el planeta y en el universo.


Se pronostica que vendrán años de duros veranos, granizadas, lluvias ácidas y toda clase de cataclismos y desastres naturales.

9. No entendemos cómo el hermano menor es capaz de traficar con los elementos y órganos de su propia madre. Como hijos del agua, de la tierra, del viento y del fuego sabemos desde tiempos inmemorables que de estos elementos proviene la fuerza de nuestro espíritu.


El agua es como nuestro espíritu, pues nunca cambia su esencia y aunque adopte múltiples formas: nube, lagunas y ríos, rocío en los árboles, humedad en el ambiente. En el ámbito de sus múltiples manifestaciones, la esencia de nuestro espíritu permanece inalterable.


Nuestra ley es la ley del agua, es la ley del sol, la ley del rayo. No admite reformas, no conoce decretos, no acepta constituciones ni políticas, porque nuestra ley que rige la vida permanece en el tiempo. Para que la armonía vuelva a nuestras vidas, es necesario que la ley creada por los hombres respete y acate la ley de origen, la ley natural, la ley de la vida, la suprema ley de los Mamos.


10. Invitamos a todos nuestros hermanos menores a unirse a nosotros en la sagrada misión de ser guardianes de la vida, en una red espiritual para la defensa de nuestro patrimonio único: la Madre Tierra.


11. Ratificamos nuestro compromiso con Séineken, con la paz de nuestro país y del mundo, y hacemos un llamado desde la Sierra Nevada (norte de Colombia) a la solidaridad, a la unidad, a la paz y a la espiritualidad para todas las naciones y gentes. Nuestro indeclinable propósito es que toda Colombia lidere un movimiento en defensa de la Madre Tierra y de la vida en todas sus manifestaciones.


Ratificamos nuestro deseo de vivir, de seguir luchando por la vida y de seguir defendiendo la biodiversidad del planeta. Se trata de nuestro deber ancestral; si no cumplimos con él, habrá hombres, mas no sobrevivientes en el pleno sentido de la palabra.


12. Finalmente, dejamos constancia formal de que si el hermano menor hace caso de nuestro lllamamiento y de nuestras recomendaciones, nos comprometemos a activar todos los campos de energía, con el fin de evitar mayores daños al planeta, la destrucción de muchas vidas y los terribles desastres económicos que se ciernen en el horizonte. Olvidemos el que no se haya hecho caso en el pasado, y contemplemos confianza sobre el futuro.


LOS MAMOS DE LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA, MAGDALENA, COLOMBIA


FUENTE: http://yiwara.gathacol.net/